“La economía francesa está peor que antes de la Revolución”
Un nom a tenir en compte: Maurice Allais. Un breu article per fer venir gana: Trois erreurs majeures, i tot seguit una entrevista.
El premio Nobel de Economía 1988, Maurice Allais, había predicado en el desierto durante muchos años contra la política de libre cambio practicada por la UE. El no francés a la Carta Magna europea es la ratificación de sus tesis sobre los peligros de la globalización, como pone de relieve en una conversación telefónica mantenida ayer con este diario.
José Manuel Garayoa, La Vanguardia, 31/05/2005.
—¿Cómo interpreta el no francés a la Constitución?
—Había que poner un límite a la deriva totalitaria de la construcción europea que se ha producido desde 1974 en todos los dominios. El proceso de construcción europea debe repensarse completamente.
—¿En qué ha errado principalmente Bruselas, según su opinión?
—Se ha confundido el liberalismo con el laisser faire y la mundialización librecambista. Así, el artículo III-314 de la Constitución estipula que, para el desarrollo del comercio mundial, la UE se encaminará “a la supresión progresiva de las restricciones y a las inversiones extranjeras, así como a la reducción de las barreras aduaneras y otras”. Este error fundamental ha tenido consecuencias devastadoras.
—¿Como cuál?
—Desde 1974, como resultado de la aplicación de políticas de librecambio, el ritmo de crecimiento del PIB francés se ha reducido a la mitad. Si la tendencia de crecimiento entre 1960 y 1974 hubiera continuado, el crecimiento francés sería hoy el doble del que tenemos.
—¿Cuál es el mayor problema del librecambio?
—No se puede competir con China, India y otros países cuyos salarios son diez veces inferiores. Una mundialización basada en salarios muy diferentes no puede más que provocar paro y reducción de crecimiento en los países desarrollados. Francia, con una tasa de paro superior al 10%, se encuentra en estos momentos en una situación peor que antes de la Revolución.
—¿Y los demás?
—Igual. España, de mantenerse la ceguera de los políticos, sufrirá los mismos problemas que Francia.
El premio Nobel de Economía 1988, Maurice Allais, había predicado en el desierto durante muchos años contra la política de libre cambio practicada por la UE. El no francés a la Carta Magna europea es la ratificación de sus tesis sobre los peligros de la globalización, como pone de relieve en una conversación telefónica mantenida ayer con este diario.
José Manuel Garayoa, La Vanguardia, 31/05/2005.
—¿Cómo interpreta el no francés a la Constitución?
—Había que poner un límite a la deriva totalitaria de la construcción europea que se ha producido desde 1974 en todos los dominios. El proceso de construcción europea debe repensarse completamente.
—¿En qué ha errado principalmente Bruselas, según su opinión?
—Se ha confundido el liberalismo con el laisser faire y la mundialización librecambista. Así, el artículo III-314 de la Constitución estipula que, para el desarrollo del comercio mundial, la UE se encaminará “a la supresión progresiva de las restricciones y a las inversiones extranjeras, así como a la reducción de las barreras aduaneras y otras”. Este error fundamental ha tenido consecuencias devastadoras.
—¿Como cuál?
—Desde 1974, como resultado de la aplicación de políticas de librecambio, el ritmo de crecimiento del PIB francés se ha reducido a la mitad. Si la tendencia de crecimiento entre 1960 y 1974 hubiera continuado, el crecimiento francés sería hoy el doble del que tenemos.
—¿Cuál es el mayor problema del librecambio?
—No se puede competir con China, India y otros países cuyos salarios son diez veces inferiores. Una mundialización basada en salarios muy diferentes no puede más que provocar paro y reducción de crecimiento en los países desarrollados. Francia, con una tasa de paro superior al 10%, se encuentra en estos momentos en una situación peor que antes de la Revolución.
—¿Y los demás?
—Igual. España, de mantenerse la ceguera de los políticos, sufrirá los mismos problemas que Francia.
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